El ex big leaguer Jorge Campillo, director de Desarrollo de la Academia de Beisbol del Pacífico, arropó al cubano Randy Arozarena desde que llegó a México y lo impulsó a las ligas mayores de beisbol.
El jugador de los Marineros de Seattle ha señalado que se siente como un hijo para Campillo.
Arozarena emigró en 2016 de su natal Cuba para comenzar a forjar su carrera en el beisbol profesional, y encontró en Mérida a grandes mentores como Raúl Ortega, Héctor Castañeda y Juan José Pacho, además de Carlos Pérez y Edwin Solís con quienes pulió su bateo y acondicionamiento físico.
Su travesía en territorio yucateco lo llevó a jugar con Oxkutzcab en la Liga Naxón Zapata así como en la Liga Meridana de Beisbol, en donde vivió grandes experiencias y se ganó el cariño de mucha gente.
Arozarena visitó constantemente el Parque Kukulcán Álamo y expresa su admiración por los Leones de Yucatán, quienes siempre le han abierto las puertas y le desean éxito en cada temporada.
Tampoco ha perdido la oportunidad de entrenar junto a los novatos melenudos, incluso en sesiones de bateo con los lanzadores yucatecos Eduardo Vera, Luis Montero, Domine Quijano, Rusell Uicab y Saúl Vazquez.
El nacido en La Habana le tiene gran cariño a Yucatán, donde inauguró un complejo de jaulas de bateo para impulsar la práctica del rey de los deportes.