La noche del jueves 17 de julio se vivió con intensidad en el Parque Kukulcán, donde los Leones de Yucatán cayeron ante los Piratas de Campeche en el segundo duelo del Clásico Peninsular. El conjunto visitante logró imponerse con marcador final de 6-4 gracias a una ofensiva certera que incluyó cuatro cuadrangulares a lo largo del encuentro.
A pesar de la respuesta ofensiva de los melenudos en los innings intermedios, los filibusteros supieron recomponer el rumbo y sellaron el triunfo con batazos oportunos en los momentos clave. Darrel Thompson se llevó la victoria desde la lomita, mientras que Ken Giles cargó con la derrota.
Con este resultado, la serie fue un triunfo por parte de Piratas, quienes se roban el Clásico Peninsular una vez más, dejando todo listo para una próxima visita que promete ser electrizante.
El poder ofensivo de los Piratas marcó la diferencia
Desde el arranque del juego, Campeche dejó en claro que no sería una noche fácil para los locales. Brett Aurebach abrió el marcador con un cuadrangular que silenció a los aficionados en el Kukulcán. Poco después, un error de fildeo permitió que Connor Hollis anotara la segunda carrera, poniendo presión temprana sobre el pitcheo yucateco.
Los bates de los Piratas no se detuvieron ahí. En la sexta entrada, Félix Pérez conectó un sólido jonrón por el jardín derecho que amplió la ventaja visitante. Aunque los Leones respondieron en ese mismo capítulo con un doblete de Luis Juárez y un oportuno sencillo de Webster Rivas que empató el juego, la calma duró poco.
Leones lucharon hasta el final, pero no les alcanzó
El equipo yucateco mostró carácter al mantenerse en la pelea a pesar del arranque adverso. En la sexta entrada, Wynton Bernard abrió la ofensiva local anotando tras el doblete de Juárez. Luego, con corredores en base, Webster Rivas remolcó a dos más para igualar la pizarra y encender el ánimo en las gradas del Kukulcán.
La remontada parecía consolidarse en el séptimo inning, cuando Juárez volvió a responder con el madero al impulsar a Bernard y poner a los Leones brevemente al frente. Sin embargo, la respuesta de los visitantes fue fulminante y no permitió festejos prolongados.
Pese al esfuerzo ofensivo y la labor defensiva en los tramos medios del encuentro, la novena selvática no logró contener los cañonazos de los Piratas en los momentos decisivos.