Ubicado en pleno corazón del Centro Histórico de Mérida, el Palacio de la Música no solo es uno de los museos más visitados del estado, también es un referente cultural y educativo que en pocos años se ha consolidado como uno de los espacios más dinámicos de la capital yucateca. Sin embargo, pocos saben que este moderno complejo tiene un pasado político muy importante.
Antes de convertirse en un museo interactivo dedicado a la historia musical de México y Yucatán, el lugar donde hoy se encuentra el Palacio de la Música albergó durante más de tres décadas al Congreso del Estado de Yucatán. Su transformación representa un ejemplo del cambio de visión en el uso del espacio público, apostando por la cultura y el arte como motor de desarrollo social.
Esta transición de recinto legislativo a centro cultural no solo revitalizó la zona en términos turísticos, sino que también convirtió al edificio en un punto de encuentro para artistas, estudiantes, músicos y visitantes interesados en descubrir la riqueza musical de la región.
De Congreso del Estado a museo de la música
El antiguo Congreso del Estado funcionó en ese mismo lugar desde 1981 hasta 2015, año en que se realizó la última sesión legislativa el 31 de julio. Durante ese evento simbólico, el entonces gobernador Rolando Zapata Bello develó una placa conmemorativa que marcó el fin de una era para el edificio.
Tras un proceso de rediseño y renovación, el espacio fue reconfigurado para convertirse en lo que hoy es el Palacio de la Música, inaugurado oficialmente el 25 de junio de 2018 por el presidente Enrique Peña Nieto. En ese acto también estuvieron presentes el gobernador Rolando Zapata y el compositor yucateco Armando Manzanero, quien fungía como presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México.
Un recinto cultural y educativo de clase mundial
El Palacio de la Música ofrece una experiencia inmersiva e interactiva para todas las edades. A través de modernas herramientas digitales, los visitantes pueden escuchar cómo sonaban los instrumentos prehispánicos, recorrer la historia sonora del país o incluso grabar su propio demo en una cabina especializada. También se imparten talleres musicales y campamentos de verano enfocados en la formación artística de niños y jóvenes.
El museo alberga además un foro para conciertos y espectáculos, donde han actuado reconocidos artistas como Lila Downs, Ximena Sariñana y Susana Zabaleta. Todo esto convierte al Palacio de la Música no solo en un museo, sino en un centro vivo de cultura, memoria y expresión artística.
Un símbolo del nuevo rostro de Mérida
La transformación del Palacio de la Música refleja el nuevo enfoque que Mérida ha adoptado para proyectar su identidad. De un espacio legislativo a un emblema cultural, este recinto representa cómo el arte puede ocupar el lugar central que antes tuvo la política, convirtiéndose en uno de los motores más relevantes del turismo y la identidad yucateca.