ORGULLO YUCATECO

Gibrán Cab lleva el calor de Yucatán a Canadá

Gibrán Cab nació en una comunidad muy pequeña de Yucatán y, cuando sus planes cambiaron, encontró un nuevo camino en Toronto

ESTILO DE VIDA

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Gibrán Cab abraza la profesión de enseñar y la llevó de las aulas a los escenarios.Créditos: Gibrán Cab

Además de exponer la cultura yucateca a través de la jarana en Toronto, Canadá, Luis Gibrán Can Cab está formando nuevas generaciones de jaraneros en esta ciudad norteamericana.

“Tengo un proyecto de folklor yucateco, nos presentamos este sábado 19 de julio; mejor dicho, tengo un proyecto de jarana tradicional, porque la folclórica tiene un sustento teórico, pero la tradicional es la historia de los pueblos, que se ve en una reunión social”, afirmó en entrevista con El Heraldo de México Yucatán.

Todo por un punto

Gibrán Cab recuerda que en 2018 se vio obligado a replantearse su proyecto de vida, porque, como profesor de primaria “presenté examen para obtener una plaza; yo quería jubilarme como maestro, entonces apliqué para una plaza; en ese tiempo tenías que obtener el puntaje máximo para tener la plaza y yo sólo tuve un puntaje elevado; por un punto no pude calificar”.

Gibrán soñaba con ser maestro, pero su rumbo cambió. Foto: Especial.

La sensación fue que “mi mundo se cayó; no sabía qué hacer; yo quería firmar un contrato para ser profesor y ese sueño se acabó por un punto; entonces me pregunté qué seguía”.

Una llamada telefónica

Por esos días, “me llama un amigo y me dice que va a Canadá en agosto y me invita a ir”.

Rememora para El Heraldo de México Yucatán que “estaba sumergido en mi dolor, en mi decepción; pensé que no tenía nada más que hacer acá y le seguí”.

Gibrán cambió su percepción por el Festival de la Independencia. Foto: Especial.

En esa visita “me encantó el país y me encantó el Festival de la Independencia; es una celebración por la independencia de México y me gustó ver a la gente con sus trajes típicos, en el escenario, pensé ‘allí quiero estar yo; allí voy a estar yo con mi traje yucateco’”.

Pasaron cuatro años para que la oportunidad se presentara de manera inesperada.

Saborcito a Canadá

Después de ese viaje “me regreso a México, pero me quedo con el saborcito de Canadá y encuentra trabajo “en el área de cultura. Yo pensaba que amo tanto la jarana que necesitaba hacer algo más”.

Gibrán ha puesto la cultura yucateca en alto. Foto: Especial.

Encuentra trabajo en el Instituto Mexicano de los Pueblos Indígenas, el IMPI, y se desenvuelve en la burocracia sin olvidarse de Canadá, por eso, “regresé en 2022; en marzo de 2022, y mis amigos celebran mi cumpleaños”.

Gibrán estaba feliz y sentía que debía dar un regalo a sus amigos, así que “busqué una taza y me puse a bailar el Chinito Coy-Coy”.

En la reunión, “alguien tomó un video del momento y lo subió a redes sociales y se volvió muy popular. En Argentina, en Canadá, en Chile, en todos lados presentaron el video como un reportaje con el título del yucateco que pone en alto su cultura en Canadá”.

El verdadero espectáculo

De acuerdo con Gibrán Cab “he estado en varios escenarios, pero el escenario perfecto es cuando estás con quienes celebran tu éxito, y es ahí donde surge un verdadero espectáculo”.

Después de la viralización del video, “el ballet Puro México me invita a unirme a ellos”, y les explicó que “no soy bailarín folclórico, soy jaranero; ellos me dicen que no importa, que ocupan mi energía. Ahí empieza a tener forma la jarana, todo por un boshito que llamó la atención”.

Hacer lo que te apasiona

Cuando hablamos de Canadá, dice Gibrán, la gente que viene lo primero que piensan es que quieren vivir con la residencia permanente, y “ese objetivo se vuelve tan frustrante que olvidamos hacer lo que nos apasiona, pero cuando hacemos lo que nos apasiona alcanzamos lo que deseamos”.

Reconoce que tener la residencia permanente “se tarda mucho tiempo, ya sea por estudios y económicamente también, por refugio humanitario también se tarda y nada es seguro”, pero, afirma en exclusiva para El Heraldo de México Yucatán, “debido a los escenarios y al baile conocí a una persona y nos casamos, así es que obtuve la residencia permanente”.

Gibrán ha llevado sus raíces por el mundo. Foto: Especial.

Raíces profundas

Mientras Gibrán Cab se apodera del escenario en Toronto, mantiene contacto firme con su origen.

“Soy de una comunidad tan pequeña, Santa Teresa Coahuila de Maxcanú; crecimos con carencias económicas, carencias de servicios públicos”, es una comunidad tan pequeña que apenas en 2021 llegó la telefonía”, por eso, “con todo lo que pasé, me dije que jamás dejaría a mi gente”.

La comunidad “ahora me ve como un ejemplo, porque como yo vine de allí, la gente reconoce el éxito”.

Es cierto que “en Canadá muchos me reconocen, hablan de Yucatán; de Gibrán, el que baila; me ven en la calle y me dicen ‘una fiesta latina sin ti no es fiesta’”, pero eso “conlleva una responsabilidad; yo no puedo olvidarme de mi gente. Mi casa es mi pueblo, mi corazón es mi pueblo”.

Y en Canadá, “no puedo estar sin ellos; si traigo la jarana y la cultura, traigo la esencia de mi pueblo, la esencia de los pueblos indígenas”.

Esencia que llevó al Panamerican festival, el evento en el que se presentó el sábado 19 de julio. “Cada año se lo dedican a un país y este año se lo dedican a México”, compartieron el escenario con un grupo de Estados Unidos, uno de México y “nosotros de Canadá; por eso lo voy a hacer como se debe”.

En la Normal donde estudió “fui el fundador de la Vaquería en 2013; en el pueblo de donde vengo, reviví la tradición en 2023 y ahora sigue la vaquería en Toronto”, por primera vez “se hará la vaquería acá, a finales de agosto”.

Y “lo hago con el enfoque de no olvidar a mi gente, aspiro a reunir a la comunidad yucateca en Canadá, porque es importante saber de dónde venimos para no olvidar a dónde vamos”.

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