Las 20,000 especies de abejas en el mundo son tan importantes para el planeta que se han ganado un día especial en el calendario: el 20 de mayo, Día Mundial de las Abejas, una efeméride impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para “crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible”.
Estos seres vivos garantizan la polinización, ofrecen productos como miel y cera e incluso son importantes a nivel cultural, como la abeja melipona (Melipona beecheii), también llamada “abeja sagrada maya” cuyo vínculos con esa sociedad tiene cientos de años de historia. Tanto es así que, según un artículo publicado en el sitio web del Gobierno de México, en la época prehispánica los mayas “realizaban en su honor entre cuatro y seis ceremonias al año”.
Abejas meliponas y melíferas: diferencias físicas
Las abejas meliponas y las melíferas tienen semejanzas. Por ejemplo, tienen alas y pelos en la parte superior del tórax. Sin embargo, es posible distinguirlas mirando en detalle.
Las meliponas, a veces llamadas “jicote manso”, miden entre 8 y 11 milímetros, las obreras un poco más grandes que las reinas. Mientras que las obreras de Apis mellifera son más pequeñas (adultos de 10 a 15 mm de largo) que las reinas (18 a 20 mm), describen EncicloVida (una plataforma digital para conocer a las especies de México) y Animal Diversity Web, una base de datos en línea sobre conservación de la Universidad de Michigan, Estados Unidos.
La Melipona beecheii carece de aguijón funcional (si necesita defenderse, la melipona muerde) y las hembras de Apis Mellifera tienen un aguijón con veneno.
Dónde viven las meliponas y las melíferas
La Melipona beecheii “se distribuye naturalmente desde México hasta Costa Rica, en regiones tropicales y subtropicales”, según EncicloVida. “La especie es aparentemente rara de encontrar en estado silvestre, incluso en áreas forestales, tiene una mayor preferencia por los árboles para construir sus colonias seguido de las oquedades de rocas”, completa la fuente.
La Apis mellifera es originaria de Europa, África, Oriente Medio y Asia occidental, conforme a la ficha del animal publicada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), pero fue introducida a otros continentes en el siglo XVII, y actualmente se encuentra en todo el mundo.
Productos de las meliponas y de las melíferas
Ambas especies cumplen un rol fundamental en la polinización; ambas producen miel, polen, cera y propóleo, pero sólo la abeja melífera produce jalea real.
Y aunque ambas producen miel, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, una colmena de melipona produce un litro y medio de miel al año, una cantidad reducida en comparación con las melíferas, que son capaces de producir hasta 30 litros de miel anuales.
A pesar de que la producción de miel de las meliponas es menor, la miel es mucho más beneficiosa que la de otras abejas, ya que sus propiedades medicinales ayudan al sistema inmunológico, además de utilizarse para curar dolencias, heridas, quemaduras y enfermedades, según la dependencia gubernamental. Además, el polen de las meliponas tiene un valor proteínico 50 % mayor que el del resto de las abejas.
Una investigación científica de 2018, publicada en la revista científica LWT Food, Science and Techonology, evaluó mieles poliflorales de las abejas Apis mellifera y Melipona beecheii de Cuba y concluyó que “ambos tipos de miel resultaron ser importantes fuentes de compuestos bioactivos”, aunque la miel de M. beecheii mostró valores más altos de capacidad antioxidante total, así como una mayor actividad antimicrobiana, por lo que “es una fuente importante de compuestos bioactivos con propiedades biológicas relevantes”.
El oro del panal
Finalmente, la miel tiene sabor inigualable, cuerpo, propiedad vitamínica, color ámbar oscuro y alta calidad es resultado de la coexistencia de la abeja europea (apis mellifera) y la abeja melipona. Ambas especies son muy productivas y adaptables. Por las condiciones tropicales y de vegetación de la península, la región se ha consolidado en productividad y preferencia en el mercado.
Por un lado, la abeja europea, introducida en la península desde 2011, permite una producción vasta. Por otra parte, la abeja melipona tiene su origen desde tiempos prehispánicos, con un significado curativo ancestral y religioso, ya que se consideraba como un alimento regenerador.
Apicultura
La apicultura es una actividad realizada por pequeños productores, quienes alimentan a las abejas, usando técnicas rústicas mayas y naturales, y principalmente ocupando mano de obra familiar o en cooperativas reducidas. Mantienen el respeto de los ciclos naturales de producción de miel que están alineados con el ciclo de lluvias; durante los meses secos, es decir de febrero a junio, se produce la mayor cantidad de miel que es recolectada sin afectar a la población de abejas. También en noviembre, los productores de miel de abeja melipona realizan otra recolección, siguiendo el ritual maya religioso.
Las abejas mayas o “Xuna'an kab” se alimentan principalmente de flores diversas como el Dzidzilché, el Tajonal y el Tzalam, todas de gran aroma, color blanco y que solo florecen durante una época especial del año. Esto le otorga las características especiales a la miel de Yucatán.
Con altas propiedades en vitaminas y minerales, los usos de la miel yucateca se extienden desde lo gourmet a recetas naturales por sus propiedades antiinflamatorias, preventivas en enfermedades respiratorias, exfoliante para la piel, hidratante para labios, cara y cabello, así sanador en quemaduras y cicatrices de acné.
Otra ventaja de la miel de Yucatán es que no caduca, por lo que el producto puede durar mucho tiempo y conservar todos sus beneficios.
Tomando en cuenta el avance de las manchas urbanas, la deforestación de la selva yucateca, el uso indiscriminado de pesticidas, y el hecho que es mucho más redituable ser apicultor que meliponicultor... no podemos decir que las abejas nativas yucatecas tengan el futuro asegurado.
Cómo proteger a las abejas nativas yucatecas
Por suerte, varias personas trabajan en el rescate y la práctica de la meliponicultura, además del uso tradicional de sus productos, que, se dice, tienen propiedades curativas que incluyen el alivio de úlceras gástricas, cataratas y hasta cáncer.
Vivas donde vivas, trata de ser un mejor vecino para las abejas que te rodean. Dale lugar en tu jardín a plantas nativas de la región donde te encuentres, y busca alternativas menos dañinas para el control de plagas; el ajo, el detergente de cocina y las hojas de tabaco son buenas opciones para deshacerte de algunos insectos molestos sin dañar a las abejas. Dada la esencial importancia de las abejas nativas para la polinización de cultivos —y, por lo tanto, para nuestra cadena alimenticia—, estas pequeñas acciones pueden crear un significativo y duradero impacto positivo para todos quienes vivimos en la Tierra.