Debido al incremento de aves en el espacio aéreo, la administración del Aeropuerto Internacional de Mérida decidió utilizar halcones para ahuyentar las parvadas de kaues, loros, zopilotes y otras especies que ponen en riesgo la navegación aérea.
El trabajo de los halcones pasa inadvertido para los usuarios, pero a partir de que estas aves iniciaron la vigilancia, disminuyó significativamente la presencia de las aves, pues unas cuantas se posan en las copas de los árboles de la terminal aérea. Es una manera de garantizar la seguridad y le da confianza a los pilotos de vuelos comerciales, de carga y privados que utilizan las pistas del Manuel Crescencio Rejón.
El uso de aves entrenadas con cetrería no es una novedad, pues han sido utilizadas por alrededor de 10 años, operando por temporadas.
Las aves en zona de vuelo pueden ocasionar accidentes al chocar con las turbinas o meterse en los motores, por lo que deben estar alejadas del espacio aéreo. El control de aves más respetuoso con el ambiente es mediante el uso de halcones.
Las áreas cercanas al aeropuerto de Mérida suelen atraer a especies de aves como palomas y zanates, mejor conocidos como kaues, que buscan refugio en extensas áreas arboladas, debido a la disponibilidad de alimento. Sin embargo, su vuelo suele ser un riesgo para las aeronaves.
Los halcones, aves rapaces, son conocidos por su agilidad y habilidades de vuelo, que desempeñan un papel fundamental en el control de las otras aves, que se disuaden solamente con su presencia.
Los halconeros son profesionales capacitados en el manejo y adiestramiento de halcones para que patrullen los cielos y mantengan alejadas a otras especies de aves.