La Hacienda Mucuyché fue el lugar donde la emperatriz Carlota nadó por primera vez en un cenote; además, la esposa de Maximiliano de Habsburgo conoció algunas zonas arqueológicas del país.
La emperatriz Carlota visitó Yucatán, conoció sus zonas arqueológicas y nadó en sus cenotes.
Poco después de que Carlota llegó con su esposo Maximiliano de Habsburgo a México, la emperatriz manifestó su interés por conocer la Península de Yucatán y sus sitios arqueológicos.
El viaje de Carlota
Carlota viajó a Yucatán para realizar una corta visita, pues su destino era Campeche. La comitiva que la esperaba insistía en llevarla a Uxmal, pero antes, nadó en un cenote.
La emperatriz llegó a la Hacienda Mucuyché, que pertenecía a una de las familias más adineradas de la zona, los Peón.
En sus terrenos había ganadería, agricultura y una plantación de henequén, donde también procesaban la fibra, pero uno de los mayores atractivos del lugar eran los pozos naturales.
La archiduquesa accedió a ir más allá de lo conocido y la llevaron a uno de los dos cenotes.
La emperatriz se metió en sus aguas y se bañó ahí; algunas personas afirman que fue la primera en sumergirse en esas aguas, por lo que hoy lleva su nombre: Carlota. Este pozo tiene zonas en las que su profundidad alcanza los 7 metros.
El otro se llama Azul Maya y está dentro de una caverna. Actualmente está iluminado con luces artificiales.
Visitó otros cenotes
Se dice que Carlota estaba tan feliz de haber conocido este lugar que no fueron los únicos cenotes en los que nadó, sino que en cada ocasión que se le presentó, aprovechó para bañarse en estos pozos. Tzá Itzá, en la Villa de Tecoh habría sido otro de los cenotes que disfrutó.
Luego de nadar por un tiempo, la emperatriz siguió su recorrido a Uxmal, donde hasta hoy se encuentran las ruinas de lo que fue la Pirámide del Adivino y la Casa de las Palomas.
La visita de Carlota fue preparada por varios meses y hasta modificaron la zona arqueológica para su agrado.
Primero, la emperatriz dio una corta visita a la zona arqueológica, lo que significó cambios en la ciudad ya que había adornos fálicos que fueron retirados para que ella no se incomodara.
Actualmente, la Hacienda Mucuyché sigue en pie y los cenotes en lo que Carlota nadó están abiertos al público.
Un paseo imperial
La hacienda permite la entrada a los turistas bajo una tarifa que comprende el acceso tanto a la propiedad como a los pozos de agua.
Si es que quieres visitar los cenotes Azul Maya y Carlota desde Mérida, existen tres rutas en automóvil: la primera es dirigirte a la zona arqueológica de Mayapan y dar vuelta a la derecha hasta ver la hacienda; la segunda es desde el centro de Mérida, por la salida de Timucuy se debe seguir el camino de San Pedro Chi May, Sotuta de Peón, hasta llegar a la hacienda. La última es por la carretera a Campeche, hasta llegar a Abalá.
En el caso de ir en transporte colectivo, Hacienda Mucuyché recomienda tomar el que se dirige a Sacalum desde el parque San Juan Mérida, deberás indicar al conductor que te diriges a la hacienda.