Se acerca la fiesta de la Santa Cruz y en una gran parte de México hay flores, altares, comidas, pero en Yucatán no todo es festejo, porque existe el Cordonazo de la Santa Cruz, una creencia popular muy arraigada según la cual el cielo se rompe con una tormenta que anuncia el inicio formal de la temporada de lluvias.
El cordonazo no es algo menor; aseguran que año tras año, sin falta, el 3 de mayo cae un aguacero, como si la naturaleza siguiera un calendario secreto. La palabra “cordonazo” alude al lazo de agua que, según la tradición, se desata desde el cielo justo en esa fecha. Y aunque no hay evidencia científica que respalde una conexión fija entre la fecha y las lluvias, la costumbre ha resistido el paso del tiempo y se ha transmitido de generación en generación.
En redes sociales, el tema ya es tendencia. Frases como “se viene el cordonazo” o “no laven ropa para el 3 de mayo” abundan en internet. Muchos aseguran que, si no llueve el 3 de mayo, “el año se viene raro”.
Este año, según la Coordinación Estatal de Protección Civil de Yucatán, este 30 de abril se espera ambiente muy caluroso, con temperaturas máximas que podrían alcanzar los 40°C en el interior del estado. Sin embargo, la combinación de aire marítimo tropical y una vaguada en la región podría generar lluvias en algunos puntos, sobre todo hacia la tarde-noche del 1 de mayo. Aunque no se garantiza un aguacero generalizado, hay condiciones para chubascos dispersos.
La jornada del 1 de mayo será parecida: mucho calor y algunas lluvias puntuales que podrían dejar caer las primeras gotas de la temporada en ciertas zonas.
El cordonazo, la meteorología y la cultura
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el cordonazo de la Santa Cruz es un fenómeno meteorológico que provoca condiciones climáticas severas, con lluvias abundantes y rachas de vientos fuertes.
Usualmente este ocurre entre el 1 y el 15 de mayo, sin embargo, se puede adelantar a finales del mes de abril.
El cordonazo se produce por el choque entre una masa de aire frío y masas de aguas muy cálidas.
Esto genera tormentas muy violentas y condiciones de tiempo bastante extremas. Las rachas de viento pueden llegar hasta 100 kilómetros por hora.
Lo interesante del Cordonazo de la Santa Cruz no es sólo su relación con la meteorología, sino su valor como símbolo cultural. Es una creencia que teje identidad comunitaria al mezclar lo espiritual con lo cotidiano. En pueblos y ciudades, no falta quien voltee al cielo el 3 de mayo con cierta expectativa. Porque, aunque la ciencia no lo confirme, hay saberes que se resisten a la lógica exacta del radar.