AMBIENTAL

UADY impulsa conciencia ambiental con jornada estudiantil de rescate y rehabilitación de fauna

La comunidad estudiantil de la UADY participó en una jornada ambiental de limpieza, rescate y rehabilitación de fauna silvestre

LOCAL

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Estudiantes de la UADY participaron en una jornada ambiental de rescate y rehabilitación de especies silvestres.Créditos: UADY

Estudiantes de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) participaron en una jornada ambiental organizada por el Proyecto Santa María, en colaboración con cinco agrupaciones estudiantiles de diversas facultades y dos programas institucionales de esta casa de estudios.

En esta ocasión, los programas UADY Sustentable y Voluntariado Universitario, junto con la Sociedad Estudiantil Yucateca de Ingenieros en Alimentos (SEYIA), el capítulo 761 del Instituto de Ingenieros Industriales y de Sistemas (IISE), la Sociedad Estudiantil de Biotecnología y Bioingeniería de Yucatán (SEBBY), la agrupación Young University STEM Students (YUSS) y Biología en Tu Comunidad, organizaron una visita a la Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA), conocida como Proyecto Santa María.

El objetivo de esta actividad fue fomentar la participación estudiantil en iniciativas de responsabilidad social y sostenibilidad ambiental.

Durante la jornada, 38 estudiantes de diferentes licenciaturas realizaron labores de limpieza, adecuación de espacios y alimentación de ejemplares nativos de psitácidos (loros) rescatados del comercio ilegal, que actualmente se encuentran en proceso de rehabilitación para su posterior reincorporación a la naturaleza.

Esta experiencia permitió sensibilizar a las y los participantes sobre el impacto negativo que genera la tenencia de aves silvestres como mascotas en los hogares.

Con este tipo de acciones, la UADY reafirma su compromiso con la formación integral de su alumnado, promoviendo experiencias significativas fuera del aula que fortalecen una ciudadanía activa, crítica y comprometida con el entorno.

Tráfico de loros

El tráfico de aves exóticas que antes se relegaba a mercados y carreteras, a últimas fechas ha migrado al ámbito virtual.

Varias páginas de Facebook creadas en Yucatán se enfocan en esta actividad ilegal.

Daños

Esta práctica no solo amenaza la biodiversidad del estado, sino que también revela la fragilidad del sistema de justicia ambiental.

En dichos portales de internet se ofrece todo tipo de aves, desde canarios hasta guacamayas con precios que oscilan entre 500 y cinco mil pesos. También hay usuarios que buscan cambiar unas especies por otras, incluso con otro artículo.

Para su comercio, los traficantes colocan fotos de los ejemplares, la mayoría en jaulas pequeñas.

Cifras alarmantes

El Proyecto Santa María informó que en Yucatán se capturan diariamente 400 aves canoras destinadas a la venta como mascotas; y de cada diez loros capturados, ocho mueren antes de llegar al mercado.

Se reporta que el comercio y la cacería de estas aves contribuyen a la depredación anual de 70 mil ejemplares en la región.

Biodiversidad

México cuenta con 22 especies de psitácidos, todas protegidas por la NOM-059 debido a su categoría de riesgo. Sin embargo, la demanda sigue siendo alta y el comercio ilegal encuentra múltiples vías para realizar estas actividades.

Aunque desde 2008 el artículo 60 Bis de la Ley General de Vida Silvestre prohíbe la extracción y comercialización de estas aves, las sanciones suelen quedarse en el ámbito administrativo.

El tráfico de psitácidos no solo pone en peligro a estas aves, sino también a los ecosistemas en los que desempeñan un papel vital. Loros y guacamayas son esenciales para la dispersión de semillas en los bosques tropicales, contribuyendo a la regeneración de la flora.

Organizaciones como Proyecto Santa María, que lleva una década trabajando por la conservación de aves y su hábitat, enfatizan la necesidad de involucrar a la sociedad en la protección de estas especies.

Sanciones

De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el tráfico ilegal de ejemplares, partes y derivados de flora y fauna silvestres, es un delito de conformidad con el artículo 420 fracciones IV y V del Código Penal Federal, que se castiga con pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de 300 a tres mil días multa.

También se aplica una pena adicional hasta de tres años más de prisión y hasta mil días multa adicionales cuando las conductas descritas en el artículo se realicen en o afecten un área natural protegida; o cuando se realicen con fines comerciales.

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