CULTURA YUCATECA

Estos son lugares secretos en Yucatán llenos de arquitectura colonial que NO EXISTE en otro estado

La arquitectura colonial en Yucatán no solo es motivo de admiración estética, también es un testimonio histórico de un pasado complejo

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Aunque Mérida, Valladolid, Uayma e Izamal son los más conocidos, también hay otras comunidades que conservan auténticas joyas arquitectónicas.Créditos: Especial

Yucatán es reconocido mundialmente por sus impresionantes zonas arqueológicas mayas, pero otro de sus grandes tesoros está en la arquitectura colonial que adorna sus pueblos y ciudades. Estas construcciones, que datan de los siglos XVI al XVIII, ofrecen una mirada profunda al pasado virreinal, mezclando elementos indígenas y europeos en una simbiosis única. Desde majestuosas catedrales hasta antiguos conventos, cada rincón cuenta una historia de fe, conquista, resistencia y fusión cultural.

Muchos de estos edificios se levantaron sobre antiguas estructuras prehispánicas, utilizando incluso piedras extraídas de pirámides y templos mayas que fueron derrumbados o estaban en ruinas. Así, los colonizadores impusieron su visión del mundo sin borrar por completo la identidad del territorio, dejando como resultado un legado arquitectónico que hasta hoy se conserva como patrimonio vivo. Estos espacios no solo son visualmente atractivos, sino que han sido escenario de episodios históricos como rebeliones indígenas, guerras y movimientos sociales.

Si bien se pueden encontrar joyas coloniales a lo largo y ancho del estado, hay cuatro destinos que destacan por su riqueza arquitectónica y su valor histórico. A continuación, te presentamos los lugares donde la arquitectura colonial de Yucatán se luce con más esplendor y profundidad.

Mérida, la capital de la herencia colonial

El centro de Mérida es un único en todo el mundo
Créditos: Gob Yucatán

La ciudad de Mérida es el epicentro de la arquitectura colonial en Yucatán. Su centro histórico conserva numerosos edificios que datan de los primeros años de la colonización española. La Catedral de San Ildefonso, construida entre 1561 y 1598 con piedras de antiguas estructuras mayas, es una de las más antiguas de América. El Palacio de Gobierno, la Casa de Montejo y los arcos de San Juan, del Puente y de Dragones también forman parte del legado urbano de la capital.

En sus barrios tradicionales como Santiago, Santa Lucía y La Mejorada, se pueden ver numerosas iglesias y casonas coloniales restauradas. Además, espacios como el antiguo Ateneo y el edificio de San Francisco Javier, hoy sede de la Universidad Autónoma de Yucatán, son ejemplos de cómo se ha conservado y adaptado esta arquitectura al presente.

Valladolid, un pueblo mágico con historia viva

Valladolid, conocido como “La Sultana del Oriente”, es otro de los destinos más representativos de la época virreinal. El Convento de San Bernardino de Siena, fundado en 1552, es uno de los recintos religiosos más emblemáticos del estado. Junto a la Catedral de San Servacio y la famosa Calzada de los Frailes —una calle empedrada rodeada de coloridas casas coloniales—, este pueblo mágico es ideal para disfrutar de paseos culturales con un entorno fotogénico y tranquilo.

La fusión de culturas también se hace presente en sus museos y galerías, como la Casa de los Venados, donde se puede apreciar arte popular mexicano en un edificio colonial restaurado. Valladolid es además un punto de partida hacia cenotes y zonas arqueológicas, lo que lo convierte en una visita completa.

Uayma e Izamal: dos tesoros coloniales con alma de pueblo

Uayma es un pequeño poblado que resguarda una de las iglesias más impresionantes de Yucatán: el exconvento de Santo Domingo de Guzmán, construido en 1646. Su fachada, decorada con símbolos franciscanos y motivos indígenas, fue restaurada en 2005 tras sufrir daños durante la Guerra de Castas. Su belleza e historia la hacen única en el estado.

Por su parte, Izamal, el primer Pueblo Mágico de Yucatán, destaca por su arquitectura pintada de amarillo y por el imponente exconvento de San Antonio de Padua, construido sobre una pirámide maya. Este complejo cuenta con el atrio cerrado más grande de América Latina. Además, Izamal también alberga la pirámide Kinich Kak Moo, una de las más grandes en superficie de todo México, a la que aún se puede subir para disfrutar una vista panorámica de la ciudad colonial y prehispánica.

Iglesias coloniales fuera de los destinos turísticos clásicos

Aunque Mérida, Valladolid, Uayma e Izamal son los más conocidos, también hay otras comunidades que conservan auténticas joyas arquitectónicas. Entre ellas destacan el ExConvento de San Miguel Arcángel en Maní, el Convento de San Buenaventura en Homún, y las iglesias de Santa Elena, Mama, Dzán y Umán. Estas construcciones, aunque menos visitadas, reflejan la misma calidad artística y espiritual de la época, y representan una oportunidad para descubrir un Yucatán más íntimo y rural.

La arquitectura colonial en Yucatán no solo es motivo de admiración estética, también es un testimonio histórico de un pasado complejo. Visitar estos lugares permite no solo apreciar su belleza, sino también reflexionar sobre los procesos de mestizaje, resistencia indígena y transformación cultural que definieron la identidad yucateca.

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