La aparición de la marea roja en las costas del estado ha generado preocupación entre pescadores y prestadores de servicios turísticos, quienes advierten que este fenómeno podría provocar una fuerte afectación económica en los próximos días. Las autoridades y comunidades costeras se mantienen en vigilancia permanente ante el avance de las manchas marinas.
El reporte fue confirmado por pescadores del puerto de Dzilam de Bravo, quienes detectaron la presencia de "agua mala", un tipo de alga nociva que cambia el color del mar y puede generar mortandad de peces. Este jueves comenzaron a observar manchas rojizas y peces sin vida, lo que encendió las alertas en la región.
La marea roja no solo amenaza la actividad pesquera, una de las principales fuentes de ingreso para muchas familias del litoral, sino que también pone en riesgo la afluencia turística a los destinos de playa. Las autoridades locales ya han iniciado monitoreos para evaluar la extensión y efectos de este fenómeno natural.
Consecuencias económicas para el sector pesquero
Los pescadores de Dzilam de Bravo y comunidades cercanas han expresado su preocupación, ya que la marea roja obliga a suspender las salidas al mar y afecta la calidad del producto capturado. La mortandad de peces, además, puede reducir las poblaciones marinas y provocar escasez en los mercados locales. Para muchos trabajadores del mar, esta situación representa una amenaza directa a su sustento diario.
En años anteriores, la presencia de marea roja ha significado pérdidas económicas severas, y por eso los líderes del sector están solicitando apoyo preventivo del gobierno estatal y federal. La falta de capturas puede traducirse en semanas sin ingresos y sin recursos para cubrir necesidades básicas.
Riesgos para el turismo en playas de Yucatán
Además del impacto pesquero, los prestadores de servicios turísticos advierten que la presencia de agua contaminada y peces muertos en la orilla puede espantar a los visitantes. En plena temporada vacacional, esta situación pone en riesgo las reservaciones y afecta negocios como hoteles, restaurantes y tours acuáticos.
Los municipios costeros como Progreso, Telchac, San Crisanto y Dzilam de Bravo dependen del turismo nacional e internacional en estos meses. Por ello, las autoridades locales están evaluando medidas para contener la afectación y mantener informada a la población sobre los riesgos a la salud asociados con la marea roja.