Este jueves 8 de mayo, el mundo fue testigo de un momento histórico: la fumata bianca salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que el Cónclave ha elegido al nuevo Papa tras el fallecimiento del pontífice Francisco, el 21 de abril.
Con esta señal, el Cónclave de cardenales ha finalizado su proceso deliberativo, tras varios días de votaciones en estricto aislamiento, conforme al protocolo del Vaticano.
El nuevo líder espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo será el Papa número 267 en la historia de la Iglesia Católica Romana.
En los próximos minutos, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, se anunciará oficialmente al nuevo pontífice, con el tradicional mensaje “Habemus Papam”.
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