En una decisión histórica para el sistema de rendición de cuentas del estado, el Congreso de Yucatán aprobó este 2 de julio de 2025, con 33 votos a favor y solo uno en contra, la desaparición del Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública (Inaip) y la creación de un nuevo esquema de transparencia bajo el nombre Transparencia para el Pueblo de Yucatán. Esta transformación se alinea con las reformas federales en curso que buscan reestructurar los órganos autónomos y centralizar sus funciones en instancias del Ejecutivo.
El nuevo modelo responde a una serie de reformas constitucionales y legales en materia de transparencia, protección de datos personales y acceso a la información pública. El cambio implica no solo la disolución del Inaip, sino también la creación de un organismo auxiliar con autonomía técnica y operativa, que contará con la supervisión de un Consejo Consultivo ciudadano y representantes del poder público. La meta es garantizar un acceso más efectivo a la información gubernamental, bajo estándares actualizados y centralizados.
Este rediseño institucional marca un antes y un después en el ejercicio del derecho a la información en Yucatán. De acuerdo con el Congreso local, la nueva estructura pretende reforzar la vigilancia en materia de transparencia, sin que ello implique perder los mecanismos de participación ciudadana. Sin embargo, voces críticas advierten que la desaparición de un órgano autónomo como el Inaip podría debilitar la independencia en la fiscalización del gobierno.
¿Por qué desapareció el Inaip en Yucatán?
La desaparición del Inaip se dio como parte de una reforma más amplia que busca armonizar las leyes estatales con los lineamientos de la reforma federal. Esta nueva normativa propone eliminar órganos autónomos a nivel estatal y trasladar sus funciones a dependencias del Ejecutivo, en este caso, a través de la recién creada Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno. Esta secretaría asumirá la rectoría en el cumplimiento de obligaciones de transparencia, dejando en segundo plano el esquema autónomo que operaba desde hace más de dos décadas.
El Inaip fue durante años el organismo encargado de garantizar el acceso a la información pública en Yucatán. Con esta reforma, sus atribuciones se reparten entre la nueva secretaría y el organismo auxiliar Transparencia para el Pueblo de Yucatán, el cual tendrá competencias específicas sobre datos personales, acceso a la información y rendición de cuentas.
¿Cómo funcionará el nuevo modelo de transparencia?
El nuevo modelo está conformado por dos ejes: por un lado, la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, dependiente del Ejecutivo estatal, y por otro, el organismo auxiliar Transparencia para el Pueblo de Yucatán. Este último tendrá autonomía técnica y operativa, y su objetivo será fortalecer el acceso ciudadano a la información y proteger los datos personales de manera eficiente.
Este nuevo órgano contará con un órgano de gobierno plural, conformado por representantes del Ejecutivo, del Congreso local, órganos fiscalizadores y un Consejo Consultivo ciudadano. Este consejo estará integrado por especialistas en derechos humanos, transparencia y protección de datos, provenientes de la sociedad civil y la academia, lo que busca aportar legitimidad y contrapeso técnico al nuevo sistema.
Reacciones políticas y voto dividido en el Congreso
La reforma fue respaldada por las fracciones del PAN, Morena, PRI, Partido Verde y Partido del Trabajo. La única oposición provino de Movimiento Ciudadano, específicamente de la diputada Larissa Acosta Escalante, quien expresó preocupación por la pérdida de autonomía en el nuevo modelo. La legisladora señaló que concentrar las funciones de vigilancia en el Ejecutivo puede representar un retroceso en materia de contrapesos democráticos.
¿Qué sigue para los derechos de acceso a la información?
Aunque el nuevo modelo promete modernización y eficiencia, organizaciones civiles y expertos han señalado que el verdadero reto será garantizar que el derecho de acceso a la información no se vea limitado por la centralización de funciones. La transparencia no solo depende de estructuras, sino del compromiso real por abrir el gobierno a la ciudadanía. La transición del Inaip al nuevo sistema será crucial para observar si estos principios se mantienen o se ven debilitados en la práctica.