CULTURA YUCATECA

“Kili’ich chuuyo’ob”: la exposición en Mérida que honra los bordados sagrados mayas

Más allá de su valor estético, “Kili’ich chuuyo’ob” nos invita a ver el bordado como un acto sagrado, donde el tiempo, el paisaje y la identidad se entrelazan en cada flor, greca y símbolo

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Estas técnicas no solo son estéticas; muchas de ellas tienen significados espirituales y comunitariosCréditos: Especial

En el corazón del Gran Museo del Mundo Maya, una exposición teje historia, memoria y espiritualidad con hilos multicolores. “Kili’ich chuuyo’ob”, que significa Bordados Sagrados en lengua maya, no es solo una muestra textil, sino una ceremonia visual que rinde homenaje al alma femenina del pueblo yucateco.

Desde su inauguración, la exposición ha conmovido a visitantes locales y foráneos al presentar una perspectiva íntima y profunda del arte del bordado, una tradición que ha sobrevivido generación tras generación en las comunidades mayas. Cada puntada es una palabra, cada prenda una ofrenda, y cada diseño una conexión viva con la tierra, los dioses y los ancestros.

Más allá de su valor estético, “Kili’ich chuuyo’ob” nos invita a ver el bordado como un acto sagrado, donde el tiempo, el paisaje y la identidad se entrelazan en cada flor, greca y símbolo cosido con paciencia, fuerza y amor. Una experiencia cultural imprescindible en esta temporada de verano.

Técnicas ancestrales que aún laten en los hilos

La exposición, dividida en tres ejes temáticos, destaca la riqueza de las técnicas de bordado que existen en Yucatán. Según el coordinador de curaduría del Gran Museo del Mundo Maya, Ángel Gutiérrez Romero, en el estado se practican más de 30 estilos distintos, siendo el más reconocido el punto de cruz, aunque también hay puntadas de rejilla, bordado relleno, y técnicas que combinan simbología sagrada con técnicas decorativas complejas.

Estas técnicas no solo son estéticas; muchas de ellas tienen significados espirituales y comunitarios. Por ejemplo, los estandartes de los gremios son realizados por manos bordadoras y se utilizan en ceremonias religiosas tradicionales. Sin embargo, algunas de estas técnicas corren riesgo de desaparecer debido a su nivel de dificultad y el tiempo que requieren. Por ello, la exposición también busca concientizar y promover talleres que impulsen la recuperación de estos saberes milenarios.

Bordados que narran el alma de la cultura maya

Cada prenda exhibida en “Kili’ich chuuyo’ob” es un símbolo de la cosmovisión maya, donde los elementos naturales y espirituales encuentran su expresión a través del color y la forma. Las flores representan el maíz y la fertilidad, mientras que los colores intensos aluden a elementos sagrados como el cielo, la selva, el agua o la sangre. Bordar no es solo crear: es contar, es sanar, es recordar.

El museo también presenta piezas con narrativas personales: vestidos que evocan rezos, paños que celebran la lluvia, lienzos que lloran ausencias. A través del trabajo de mujeres bordadoras, esta muestra confirma que la herencia maya sigue viva, palpitante y en resistencia, frente a los cambios sociales y tecnológicos.

La exposición puede visitarse en el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, donde continúa abierta al público con acceso general. Se trata de una invitación a sumergirse en los hilos de una historia profunda, tejida desde lo más íntimo de las mujeres yucatecas, cuyas manos aún dan forma a los recuerdos y a la esperanza del mañana.

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