CASAS MÉRIDA

¿Por qué han subido tanto los precios de las casas en Yucatán en los últimos 10 años?

Aunque el crecimiento del estado ha traído desarrollo e inversión, también ha creado nuevos retos para quienes buscan una vivienda propia

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La expansión del turismo, sumado a la popularidad de plataformas como Airbnb, ha motivado a muchos inversionistas a adquirir propiedades para renta vacacionalCréditos: Especial

Durante la última década, el mercado inmobiliario de Yucatán ha cambiado de forma drástica, con un notable incremento en el valor de las viviendas tanto en Mérida como en otras zonas del estado. Comprar una casa se ha vuelto cada vez más difícil para los residentes locales, especialmente en zonas con alta plusvalía. Esta tendencia ha generado preocupación entre las familias y trabajadores que buscan acceder a una vivienda digna y asequible.

Varios factores han contribuido a este fenómeno, desde la percepción de seguridad que ofrece Yucatán hasta el crecimiento de la inversión nacional y extranjera. También han influido elementos como el encarecimiento de materiales de construcción y el auge de la renta vacacional a través de plataformas digitales. Estas condiciones han modificado la dinámica del mercado inmobiliario, generando un alza constante en los precios.

Este escenario ha convertido a Yucatán en uno de los estados con mayor aumento en el valor de las propiedades a nivel nacional. Según datos del sector, el precio promedio de una vivienda en la entidad ha subido más de un 70% desde 2020, lo cual refleja una transformación profunda en la oferta y demanda habitacional. A continuación, exploramos las principales razones detrás de este incremento.

Seguridad y calidad de vida: imán para nuevos residentes en Yucatán

La tranquilidad y baja incidencia delictiva de Yucatán se han convertido en un atractivo para familias de otras partes del país, jubilados y extranjeros.

Esta imagen de paz ha impulsado la llegada de nuevos habitantes, aumentando la demanda de viviendas, especialmente en zonas céntricas de Mérida y el norte de la ciudad, como Temozón, Altabrisa y Montes de Amé. La alta demanda ha disparado los precios en estas áreas.

Inversión y turismo: la presión de los compradores foráneos

La expansión del turismo, sumado a la popularidad de plataformas como Airbnb, ha motivado a muchos inversionistas a adquirir propiedades para renta vacacional.

Este fenómeno ha reducido la oferta disponible para compradores locales, especialmente en la costa y zonas con atractivo turístico. Además, se han desarrollado proyectos residenciales de lujo dirigidos a un mercado con mayor poder adquisitivo, elevando los precios generales.

Especulación inmobiliaria y crecimiento desordenado

La compra de terrenos a bajo costo en zonas poco urbanizadas, bajo la promesa de crecimiento futuro, ha provocado un alza artificial en los precios de predios ubicados incluso a 15 o 20 minutos de la playa.

Muchas de estas zonas carecen de servicios básicos, pero aun así se ofertan como oportunidades de inversión. Esta especulación ha encarecido el suelo y la vivienda, dificultando el acceso a lotes económicos.

El impacto del aumento en los costos de construcción

Los precios de materiales como el cemento, acero y madera han subido de forma sostenida desde la pandemia, afectando directamente el costo de construir nuevas viviendas. A esto se suma la inflación y los problemas en la cadena de suministros, lo que ha encarecido tanto los desarrollos nuevos como las remodelaciones. Este sobrecosto se traslada al consumidor final.

Cambios en la estructura familiar y mayor demanda

La tendencia hacia familias más pequeñas ha incrementado la necesidad de viviendas individuales. Mientras antes varias generaciones vivían juntas, ahora hay más hogares compuestos por parejas jóvenes o personas solas que buscan independencia, aumentando así la demanda de casas y departamentos. Esta presión sobre la oferta ha sido otro factor clave en el encarecimiento.

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