Yucatán es tierra de cultura, historia y creatividad, y uno de sus aportes más destacados a la vida cotidiana de millones de personas en México, y fuera de é, es un invento que está presente en prácticamente todas las casas, escuelas y talleres del país. Aunque muchos lo utilizan a diario, pocos conocen que su origen es yucateco y que su impacto ha sido fundamental en diversos sectores como el escolar, industrial y doméstico.
Este adhesivo, que hoy en día se encuentra en botellas blancas con tapa roja, marcó un antes y un después en la forma de unir materiales de forma rápida y duradera. Su efectividad lo convirtió en un producto indispensable, adoptado por generaciones como herramienta básica tanto para trabajos escolares como para aplicaciones profesionales. Más allá de su practicidad, el pegamento blanco 850 es símbolo de ingenio mexicano.
Detrás de esta fórmula está el legado de un destacado químico nacido en Mérida, Yucatán, cuya obra científica sigue vigente hasta nuestros días. Su nombre es Adolfo Patrón Luján, y su creación no solo consolidó una marca, sino que transformó un producto común en una necesidad en la vida diaria.
¿Cuál es el invento yucateco que todos usan?
El pegamento blanco 850, conocido popularmente como Resistol, es un adhesivo de alto desempeño creado en Yucatán. Aunque existen muchas marcas, la fórmula original fue desarrollada por el químico Adolfo Patrón Luján, quien transformó la industria de los pegamentos desde los años 50 con una mezcla a base de almidón de yuca. Este producto es ahora fundamental en trabajos escolares, carpintería, calzado y tapicería.
Junto con el Resistol 5000, estos adhesivos destacan por su versatilidad: permiten unir superficies como madera, piel sintética, laminados, espuma y vinil, con una resistencia duradera y resultados profesionales. Su rápido secado y facilidad de uso han hecho que el término “resistol” se convierta en sinónimo de cualquier tipo de pegamento en el lenguaje cotidiano.
¿Quién fue Adolfo Patrón Luján?
Nacido en 1926 en Mérida, Adolfo Patrón Luján no solo fue el creador del Resistol 850, sino un importante promotor cultural en Yucatán. Su invención se popularizó rápidamente por su efectividad y presentación práctica en botellitas plásticas, pensadas especialmente para el uso escolar. Gracias a su aportación, recibió el Premio Nacional de Química en 1977, reconociéndolo como uno de los grandes investigadores del país.
Además de su trabajo científico, fue fundador de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, institución que actualmente preside su viuda, Margarita Molina Zaldívar. Patrón Luján falleció el 11 de abril de 2020, dejando un legado tangible en la ciencia, la cultura y la vida cotidiana de millones.
¿Por qué sigue siendo tan utilizado?
El Resistol 850 destaca por su alto rendimiento, facilidad de aplicación y secado rápido, lo que lo hace ideal tanto para climas secos como húmedos. Su eficacia ha sido comprobada en una amplia gama de industrias, y su historia es una muestra de cómo un invento yucateco se convirtió en parte esencial de la cultura práctica de México.
Este pegamento no solo une materiales, también une generaciones, recordándonos cómo la innovación local puede tener un impacto nacional y duradero.