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Momias de Yucatán: ¿dónde están y cómo visitarlas?

Descubiertas por accidente en 1980 durante remodelaciones en la iglesia local, las momias de Yucatán revelan un fragmento enigmático de la historia regional

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Además de las momias, el museo cuenta con una tumba maya real acompañada de ofrendasCréditos: Especial

Santa Elena, un pequeño y tranquilo pueblo del sur de Yucatán, guarda uno de los secretos más sorprendentes del patrimonio mexicano: las momias infantiles del siglo XIX. A diferencia de las famosas momias de Guanajuato, estas no corresponden a adultos, sino a niñas de entre tres y seis años, conservadas de forma natural y vestidas con delicadas prendas de época. Su hallazgo no solo intrigó a los arqueólogos, sino que también cautivó a visitantes de todo el mundo.

Descubiertas por accidente en 1980 durante remodelaciones en la iglesia local, las momias de Yucatán revelan un fragmento enigmático de la historia regional. El buen estado de conservación, la calidad de sus ropas y la decoración de los ataúdes apuntan a que pertenecían a familias de alto estatus social, posiblemente inmigrantes alemanes que se asentaron en la zona en el siglo XIX. Sin embargo, la causa exacta de su muerte sigue siendo un misterio.

Hoy, las cuatro momias que se conservan están exhibidas en el Museo de las Momias de Santa Elena, un espacio gestionado por la propia comunidad para preservar su memoria y compartirla con los visitantes. El sitio ofrece una experiencia única, en la que historia, misterio y respeto por los difuntos se combinan en un recorrido íntimo y conmovedor.

El hallazgo que sorprendió a Yucatán

El descubrimiento ocurrió cuando trabajadores retiraban el piso de la iglesia de Santa Elena y encontraron doce ataúdes de madera. Dentro había cuerpos momificados parcialmente, todos de niñas y niños pequeños. Conservaban cabello, uñas, pestañas y piel, además de vestiduras de algodón, gorros y chales, lo que evidenciaba el cuidado con el que fueron sepultados.

De los doce cuerpos, cinco fueron reenterrados, tres trasladados a Mérida para análisis y cuatro entregados al INAH para su conservación. Tras estudios, estos últimos fueron devueltos y ahora son las protagonistas del museo local. Los expertos señalan que la momificación se debió a factores como el uso de ataúdes de cedro con tanino, la aplicación de cal para evitar hongos y bacterias, y la presencia de ranuras en los ataúdes que facilitaron el drenaje de fluidos.

Una visita al Museo de las Momias de Santa Elena

El museo, situado frente a la plaza central y junto a la iglesia, es sencillo pero bien cuidado. La sala principal exhibe las cuatro niñas momificadas, colocadas tal como fueron halladas, dentro de sus ataúdes decorados. La atmósfera es solemne, pero no lúgubre; los visitantes suelen describirla como una experiencia profundamente respetuosa y emotiva.

Además de las momias, el museo cuenta con una tumba maya real acompañada de ofrendas, así como esculturas y piezas arqueológicas halladas en la región. Paneles informativos y guías locales enriquecen la visita, ofreciendo datos históricos y curiosidades sobre Santa Elena y su papel en el patrimonio cultural de Yucatán.

Cómo llegar y recomendaciones para la visita

Desde Mérida, el acceso más directo es por la carretera federal 261 rumbo a Uxmal; 15 kilómetros después de pasar la zona arqueológica, se llega a Santa Elena. También es posible llegar desde Maní, Muna o Ticul, ya sea en vehículo particular o en autobuses locales. El museo se ubica junto a la iglesia principal del pueblo.

El horario habitual es de 8:00 a 17:00 horas todos los días, y se recomienda llevar efectivo, ya que no siempre hay terminal bancaria o cajero automático cercano. Aunque la visita es apta para todo público, se aconseja discreción con niños pequeños o personas sensibles debido a la naturaleza de la exhibición.

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