Una nueva controversia ha estallado en redes sociales tras la difusión de un video donde la influencer yucateca conocida como Elisa La Yuca se burla de los habitantes de Campeche, causando indignación entre los usuarios. El video fue grabado durante una colaboración pagada con el restaurante “La Parrilla Campeche”, donde la creadora de contenido fue contratada para promocionar el lugar. Sin embargo, sus comentarios despectivos no tardaron en viralizarse y generar una fuerte ola de críticas.
En el clip, que rápidamente circuló en plataformas como TikTok y Facebook, Elisa La Yuca hace alusión a los campechanos diciendo que “todo lo hacen al revés”, una frase que fue interpretada por muchos como una falta de respeto hacia la cultura local. El tono irónico y burlesco con el que se expresó desató la molestia de los internautas, en especial de los campechanos, quienes consideran que este tipo de actitudes fomentan la rivalidad entre estados vecinos.
Aunque la influencer ha ganado popularidad por su estilo irreverente y por representar la identidad yucateca con humor, en esta ocasión su estrategia provocó el efecto contrario. El video no solo fue duramente criticado, sino que también encendió un debate sobre los límites del contenido humorístico cuando se trata de representar a otras culturas.
Críticas a la influencer por ofender a los campechanos
Desde que el video fue difundido, cientos de usuarios campechanos expresaron su malestar por lo que consideran una ofensa directa a su identidad. Para muchos, las palabras de la influencer yucateca perpetúan estereotipos dañinos y refuerzan prejuicios regionales. “¿Y esta quién se cree para venir a burlarse de nosotros?”, escribió una usuaria en Facebook. Otros exigieron una disculpa pública y llamaron al restaurante a deslindarse de sus declaraciones.
A pesar de que el objetivo del video era promocionar la comida del restaurante “La Parrilla Campeche”, la atención se desvió completamente hacia el comentario despectivo. Algunas personas incluso amenazaron con boicotear el negocio por haber contratado a una persona que “vino a ofender, no a promocionar”.
Hasta el momento, la influencer no ha emitido una disculpa pública ni una aclaración sobre sus intenciones, mientras que el restaurante ha limitado los comentarios en sus redes sociales para evitar la avalancha de mensajes negativos. La polémica ha encendido también una conversación más amplia sobre el papel de los influencers y la responsabilidad ética en el contenido que difunden.
Rivalidad entre Campeche y Yucatán revive con el incidente
La controversia ha reavivado una histórica y sutil rivalidad entre Yucatán y Campeche, dos estados vecinos con profundos lazos culturales, pero también con diferencias que a menudo son motivo de bromas entre sus habitantes. Sin embargo, lo que suele quedarse en el terreno del humor amistoso, esta vez fue percibido como un ataque.
Diversos usuarios campechanos han señalado que este tipo de comentarios “normalizan la burla hacia Campeche”, mientras que algunos yucatecos salieron en defensa de Elisa argumentando que sus palabras fueron sacadas de contexto o que simplemente “así es su estilo de humor”. Aun así, muchos coincidieron en que debe haber mayor sensibilidad al hablar de las tradiciones y costumbres de otros estados.
Este incidente también abre el debate sobre la responsabilidad de las marcas al contratar figuras públicas para promocionar sus productos o servicios. En este caso, aunque la intención era hacer una colaboración divertida, el resultado terminó siendo una crisis reputacional tanto para la influencer como para el restaurante involucrado. El caso de Elisa La Yuca sirve como recordatorio de que el humor en redes sociales tiene un alcance poderoso, pero también consecuencias reales.